martes, 20 de diciembre de 2016

Me soñó en una tarde de otoño


Me soñó
en una tarde de otoño.
Sus manos
crearon mi cuerpo
a imagen y semejanza
de sus deseos.
Ella fue mi cielo.
Inventamos los besos
para sentir
lo que no es posible
decir con palabras.
Entre sus brazos
la soñé
-esa forma de adorar
que tenemos los tímidos
para no morir de placer-.
Qué dicha
era inventarla
al abrir los ojos
o dejar que mis labios
contaran sus pecas.
Sé que yo
también la inventé en otoño,
una eternidad después
de que ella
me hubiera soñado,
que me hubiera creado
una tarde
en que se sintió sola
y quiso entender
qué era el amor
.