Fue a medianoche
en el verano del 78,
en un bar en la playa,
las estrellas indiferentes en el cielo
se reflejaban en el mar
y un barco mercante
se perdía en el horizonte.
Se oían sueños y risas de jóvenes
hablando con otros sueños.
Al fondo se escuchaba música americana
mientras una pareja se besaba
como si la guerra estuviera
a punto de estallar
y ella frente a mí
hablando con el mundo entero
sin saber
que yo al otro lado de mi timidez,
es decir frente a ella y en silencio,
ya la amaba.