Tú,
que
no eres mi amor,
que
no serás mi amada,
vas
por la vida
negándote
a conocerme,
a
saber algo de mí.
Como
un río
que
gira caprichoso
tu
amor
no
nadará en el azul de mi mar.
Tú
no
serás quien me mire
en
la mañana
enamorada,
ni
me despeine las emociones
en
la noche
antes
de abandonarte
a
los deseos.
Pero
tú,
a
quien no conozco,
es
en quien pienso,
a
quien hace tiempo espero.
No hay comentarios:
Publicar un comentario